Bernardí Roig (Palma de Mallorca, 1965) es uno de los artistas españoles contemporáneos con mayor proyección internacional. Su obra, que abarca escultura, instalación, dibujo y videoarte, explora obsesivamente los temas de la luz, la ceguera, el cuerpo y los límites de la percepción.
Formación y primeros años
Formado en Bellas Artes en Barcelona, Roig desarrolló tempranamente un lenguaje artístico personal caracterizado por el uso de la luz fluorescente y las figuras humanas hiperrealistas. Sus primeras exposiciones en Palma ya mostraban la intensidad y la complejidad conceptual que caracterizarían su trayectoria.
Las esculturas de luz
La obra más reconocible de Roig son sus esculturas de figuras humanas en resina y fibra de vidrio, bañadas por luz fluorescente. Estas piezas, a menudo inspiradas en obras maestras de la historia del arte, presentan cuerpos abrumados, cegados o consumidos por una luz excesiva. La luz, elemento habitualmente asociado al conocimiento y la revelación, se convierte en sus manos en instrumento de alienación y confusión.
Presencia internacional
La obra de Roig ha sido expuesta en instituciones de primer nivel mundial: el MUSAC de León, el Kunstmuseum de Bonn, el Palacio de Cristal del Reina Sofía en Madrid, y colecciones privadas de Europa, América y Asia. En 2019, una retrospectiva en Es Baluard permitió a los mallorquines redescubrir la obra de uno de sus artistas más universales.
Reflexiones sobre la imagen
En sus trabajos más recientes, Roig ha profundizado en la crítica a la saturación de imágenes de la sociedad contemporánea. Sus instalaciones proponen experiencias inmersivas donde el espectador se enfrenta a la paradoja de ver demasiado y no ver nada.
El estudio en Mallorca
A pesar de su proyección global, Roig mantiene su estudio principal en Mallorca. La isla, con su luz mediterránea única, sigue siendo el laboratorio donde el artista desarrolla sus proyectos más ambiciosos.