Joan Miró (Barcelona, 1893 - Palma de Mallorca, 1983) es, junto a Picasso y Dalí, uno de los tres grandes maestros del arte español del siglo XX. Y aunque nació en Cataluña, fue en Mallorca donde encontró el refugio creativo que marcaría sus últimas y más prolíficas décadas.
La conexión familiar
La relación de Miró con Mallorca comenzó antes de su nacimiento. Su madre, Dolors Ferrà, era de origen mallorquín, y el artista pasó veranos de su infancia en la isla. En 1929, se casó con Pilar Juncosa, también mallorquina, consolidando sus vínculos con la tierra insular.
El estudio de Son Abrines
En 1956, Miró cumplió un sueño largamente acariciado: establecer su estudio definitivo en Mallorca. Encargó al arquitecto Josep Lluís Sert el diseño de un espacio de trabajo en Son Abrines, en las afueras de Palma. El resultado fue un edificio luminoso y funcional que permitía al artista trabajar simultáneamente en múltiples obras de gran formato.
La Fundación Pilar i Joan Miró
Hoy, el estudio de Miró y su entorno forman parte de la Fundación Pilar i Joan Miró, un espacio museístico que permite a los visitantes sumergirse en el universo del artista. El estudio se ha conservado tal como Miró lo dejó, con lienzos inacabados, pinceles y objetos que inspiraban su trabajo.
La huella en la ciudad
Más allá de la Fundación, la presencia de Miró se siente en toda Palma. Su mural cerámico en el edificio de la Caja de Ahorros en el Paseo del Born, realizado en colaboración con el ceramista Joan Gardy Artigas, es un icono de la ciudad. Esculturas suyas adornan espacios públicos, recordando el compromiso del artista con el arte accesible.
Visitar los espacios de Miró
La Fundación Pilar i Joan Miró abre todos los días excepto los lunes. Además del estudio y la colección permanente, el espacio acoge exposiciones temporales y actividades educativas que mantienen vivo el espíritu creativo del maestro.